Yo entiendo que la mujer trata de limpiarse y no dejar rastros de esa situación tan asqueante, pero debe llevar aunque más no sea la ropa, a las autoridades para que las' examinen. Tenemos que tratar de crear en la población la conciencia de que las pruebas no se deben destruir.
Un viejo funcionario de la jefatura de Montevideo de Identificación Criminal, ya retirado, (yo iba siempre con los alumnos de facultad, para que los Técnicos del Instituto les indicaran cómo se trabajaba en balística, en identificación criminal), nos contó una anécdota muy jugosa. En una oportunidad, ellos lograron identificar al autor de la violación de una señora que vivía sola e hizo la denuncia a través de dos huellas digitales que habían quedado en un vaso, que él había olvidado borrar.
Cuando lograron detener a esa persona, empezaron a investigar y había cometido 23 violaciones, de las cuales ninguna había sido denunciada.
Cuando el Juez en combinación con la policía se encargó de traer a las persona que habían sido aparentemente las violadas por este sujeto, se logró traer a trece o catorce de las cuales solo seis se animaron a hacer la denuncia, quiere decir que este individuo fue preso por violación en reiteración real más el intento de violación que había cometido, cuando en realidad debió haber sido por muchas más. Por los 14 o 15 que habían reconocido que si, pero no hicieron la denuncia, ¿por qué no la hicieron?
La ley ha permitido que en estos casos donde se protege el ámbito muy íntimo de una persona como es la libertad sexual, la persona tenga la libertad de que ese procedimiento se lleve o no a cabo, le da la posibilidad de acuerdo al art. 23 del Proceso Penal, de que esa persona manifieste si quiere que su violador sea castigado. Los argumentos son miles, y ustedes los pueden imaginar, para qué se va a hacer una denuncia, si después no la van a probar, además voy a quedar mal con mi familia, o capaz que me echan de mi trabajo. Si llega a ser una doméstica peor. Por eso estos casos son delitos que quedan sin denunciar, lo mismo por la falta de pruebas.
La víctima es víctima muchas veces. Hay que hacer una campaña para prever estas cosas, alguien que las revise en forma adecuada, en un buen laboratorio.
Después tenemos los atentados violentos al pudor, que son otro tipo de lesión que no supone la conjunción camal.
Incluso la conjunción camal, cometida a través de aparatos, eso es un atentado violento al pudor.
Hay una doctrina que se ha dejado de lado, que tuvo su fundamento en la diferencia que existía en el Código del 89, en lo referente a la violación y Código del 34, es decir el Código vigente, en lo referente al mismo delito, uno de los autores entendió, que existía violación, con apenas un acercamiento de órganos sexuales, eso ya era delito de violación, pero esa posición ha quedado de lado.
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